4.12.17

Un día cualquiera y un hombre
que sonríe demasiado y dice нeт, нeт;
una figura sobria y enhiesta
implacable en los ademanes.

Unos pasos que vuelven tras de sí
y unos labios en mi oído
para poder recordarme
que soy mujer
y que eso me hace bella.

-bella como lo es el ciervo
bajo la mirada
de un cazador agazapado-.

Un cuerpo que es mi cuerpo
y echa raíz en el miedo;
un corazón que no conoce
más que la mansedumbre.

Me veo abocada de nuevo
al silencio.

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