7.2.16

Tus palabras son
como las hojas secas
en el otoño que nos sobrevino;
el viento las hizo suyas
y viajaron allá donde pudieran escapar
de la memoria.

Todas las lágrimas
derramadas, igual que los ríos,
fueron a parar al mar.
Donde ya no son nada.

Ahora tú tienes un corazón lleno
y yo unas manos vacías.

1 comentario:

Irene R. dijo...

Me quedo a tomar café en las últimas once palabras. Y que amanezca.
Acabo de llegar y me quedo.

pdt: no me deja guardar tu blog en el reader, es que has cambiado la url? :/

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