7.3.17

parece que ha de quedarse 
la vida pegada en la jungla 
de cemento como savia 
en dedos inexpertos, en dedos 
inocentes de niño que quiere 
aprenderlo todo. y nos dejamos aprehender 
por estos muros que ufanos construimos 
para poder después llamarlos jaula. 
jaulas que son nidos de historias 
con argumento trillado. historias 
que rezuman hastío y que rezuman 
tristeza. historias de existencias 
suspendidas como humedad en las tardes de estío.

a lo lejos de ninguna parte, 
la inmovilidad de una pared agrietada 
resquebrajándose con gesto quedo 
en medio de todo este ruido 
que hacemos para no tener que escucharnos 
como metáfora de vidas ancladas en el seno de la monotonía.

1 comentario:

Sab Sognatore dijo...

Nos ponemos tantos límites y cuerdas con pesos vacíos que nos ahogamos, nos atamos, acuchillamos despacio nuestra propia libertad.

Un abrazo,
S.

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