me construí una casa frente al amanecer creyendo regalarme una razón para salir de la cama cada mañana. como si el detalle hiciera más llevadera esta vida de esclavo en tierra de nadie. no se oye de fondo el mugir de las vacas que habitan lo alto de la colina y que no me atrevo a matar mas su silencioso pacer me mantiene al margen de la soledad o de la locura. salgo de casa empuñando la espada porque la noche deja tras de sí un rastro de quimeras ávidas en el matar. quimeras que encuentran cobijo en ese otro mundo bajo tierra. ese otro mundo que es la mina y que he de desgranar bloque a bloque y cubo a cubo; donde la luz de las antorchas no se apaga nunca y el tiempo no existe. al otro lado de la colina sucesión insondable de escenarios que prometen otras vidas. otras vidas también de esclavo, porque es lo único que conozco. sigo prometiéndome una y otra vez que algún día marcharé a explorar las tierras vírgenes, pero ningún día es ese día porque no hay mayor cadena que la seguridad que se esconde en la monotonía.
1 comentario:
Tus poemas son muy inspiradores♡
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