5.9.16

I

Tengo todas las flores en remojo
para borrarles el paso del tiempo.
Para poder empezar de cero
en este rincón al que tan poco
me costó llamar hogar.

II

Vine aquí a buscar palabras y
sólo encuentro mutismo.
Escribo poco y escribo mal.
Como si me faltase algo. Talento,
probablemente.
Doy vueltas intentando encontrar
la palabra exacta, que no aparece.
Al final, exhausta, desisto. Y sumida en la derrota
mi mente recelosa sigue buscándola.

III

Entre los silencios rotos
atisbo a oír las campanadas.
Me he vuelto adicta a controlar
el paso del tiempo. Como si fuera
lo único que consigue atarme
al mundo de los cuerdos.
Van cinco minutos atrasadas
y no siempre toca los cuartos en hora punta.
Es fácil perderse y me pierdo. Y mientras me pierdo
me dejo llevar, porque es aún más fácil.
Durante unos segundos sólo existe
el tañido de la campana y nada más.
Ahí se esconde la paz.
Paz, paz, paz,
quien te encuentre, que sepa cuidarte bien.

IV

Llueven estrellas,
llanto quedo del cielo.
Pronuncio tu nombre en mi cabeza
durante la fugacidad del instante y
espero a que el cielo, piadoso, me conceda el deseo.
No tengo agallas para más.
Vuelvo a casa cabizbaja, con el corazón
tembloroso de esperanza y de recuerdo.
Leo a Szymborska porque sus letras son
aquello que más se acerca a la magia del momento.

V

Las maderas sólo crujen de noche,
casi pretendiendo magnificar
el halo de misterio.
Duermo al amparo de una luz
porque los recuerdos
se mantienen al acecho.
Y, pese a todo, las noches son cortas
para lo largos que se hacen los días.

1 comentario:

While dijo...

No sé qué me pasa contigo y tus letras que cuando te leo me quedo mirando con una sonrisa a la pantalla, ya sea dolor, tristeza o dudas lo que me reflejen, sonrío emboboada sintiendo lo que tú sientes, lo que nos quieres hacer sentir.

Me ha encantado ♥

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