I madre dice: “tú llevas todo un mundo dentro del que nadie sabe nada”. pero ese lugar está desapareciendo, se desvanece, huye, escapa. no sé explicar mejor esta muerte del alma que no acarrea dolor sino mudo desespero. II ya no puedo mirar en otros ojos mas he olvidado cómo se hace y ya no sé explicarme a mí, porque este “estoy bien” no tiene trampa ni cartón, porque es cierto aunque es mentira. no sufro y sufro porque no sufro. porque era el dolor mi pan y mi vino. ni siquiera lloro. y quiero llorar porque no lloro pero no me salen las lágrimas y en este desespero no florece nada. III parece que vuelven -a ráfagas- las palabras y sumisa vuelvo a escribir porque uno no puede escapar de sí mismo. temo que esta cosa mía a la que mal nombro arte haya de tener fecha de caducidad; demasiado poco equilibrio para ser funambulista a merced de un caos que no puedo contener. se erige, sin embargo, lo que no ha de abandonarme jamás: es esta confianza ciega en no ser suficiente, en no llegar a.
No hay comentarios:
Publicar un comentario